»La Mediación ayuda la ciudadanía a percibir con una perspectiva diferente la realidad que viven como conflictiva y a asumir que las dos partes pueden tener visiones diferentes, y aun así, poder resolver de forma pacífica sus diferencias.
»Corrige percepciones e informaciones falsas que se puedan tener respecto al conflicto y/o entre los implicados en este, reconociendo y valorando los sentimientos, intereses, necesidades y valores propios y de los demás.
»Crea un marco que facilite la comunicación entre las partes y la transformación del conflicto.
»La Mediación comunitaria aporta un sistema de gestión de los conflictos que facilita la negociación.
»Contribuye a desarrollar la capacidad de diálogo y la mejora de las habilidades comunicativas.
»Favorece la autorregulación a través de la búsqueda de soluciones autónomas y negociadas.
»Mejora la comunicación, la comprensión mutua y la empatía entre los miembros de la comunidad (personas, colectivos y asociaciones).
»Aumenta el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de conflictos, al buscar juntos soluciones satisfactorias para ambas partes.
LOS PREJUICIOS
Los prejuicios son un juicio previo, normalmente negativo. Son juicios que hacemos de una persona o grupo, antes de tener la información completa. Los prejuicios están establecidos desde hace mucho tiempo, y siguen estando en la sociedad de forma permanente.
A continuación, hablaremos de qué son los prejuicios y como se forman. Entendiendo el proceso mental que lleva a que se forme un prejuicio, podremos cambiarlo con más facilidad si así lo queremos.
Como hemos dicho, un prejuicio es hacer un juicio previo de una persona y sin tener datos la incluimos directamente en un grupo y eso lo hacemos utilizando lo que denominamos como estereotipos.
Aunque los estereotipos no están basados en datos reales. Cuando hacemos una valoración negativa, respondiendo a unos estereotipos que ya están creados y que asumimos como ciertos, estamos antes un prejuicio.
Puede ser que los estereotipos y prejuicios tengas ciertas ventajas para nosotros. Una de ellas es que nos sirven para establecer categorías y así manejar mucho mejor toda la información que nos llega del exterior. Otra podría ser que puede servirnos para alentarnos de posibles peligros.
Normalmente las personas son atacadas por juicios de valor basados en:
- El color de piel.
- La clase social.
- El género.
- La orientación sexual.
- Opiniones políticas.
- Religión.
Es por ello que los prejuicios están directamente relacionados con la discriminación. Los prejuicios siempre son destructivos para las personas y la sociedad, por lo que impide que esas personas puedan vivir con su verdadero potencial.
Los prejuicios pueden tener consecuencias individuales y sociales:
- Bajo rendimiento: las personas que están expuestas a estereotipos tienden a guiar su conducta en base a ellos afectando a su rendimiento, a lo que se le llama amenaza estereotipada.
- Problemas de salud física: la discriminación es estresante para quienes la experimentan. Ello conlleva a aumentar el riesgo de tener una serie de problemas médicos y de salud.
- Problemas de salud mental: riesgo de desarrollar depresión, ansiedad y problemas de salud mental similares.
Cómo prevenir o minimizar los prejuicios y estereotipos:
- Capacitar a las personas para que sean más empáticas con miembros de otros grupos.
- Obtener el apoyo y aumentar la conciencia pública sobre normas sociales contra el perjuicio.
- Hacer que las personas tomen conciencia de las inconsistencias de sus propias creencias.
- Mayor contacto con miembros de otros grupos sociales.
AMBITOS DE ACTUACIÓN DE LA MEDIACIÓN COMUNITARIA
Tener un conflicto con un vecino es más habitual de lo que podemos creer en un principio. El exceso de ruidos, olores, obras e impagos en los recibos de la comunidad son las causas principales de enfrentamiento vecinal.
La Mediación puede dar una respuesta pacífica y rápida a las complicaciones que surgen en las comunidades de vecinos, donde se puede encauzar el conflicto, a través del dialogo.
CONFLICTOS COMUNITARIOS MÁS HABITUALES:
» Conflictos en las comunidades de vecinos: desperfectos, ruidos, obras, problemáticas con las mascotas, mala comunicación entre vecinos/as…
» Conflictos de convivencia: conflictos que surgen en un mismo espacio de convivencia, relaciones de amistad…
» Conflictos relacionados con actividades económicas: ruidos de bares, licencias…
» Conflictos derivados por el incumplimiento de las ordenanzas cívicas: desperfectos en el mobiliario urbano, mascotas, limpieza…
» Conflictos que surgen en el contexto de las relaciones sociales: asociaciones, federaciones, conflictos derivados de la exclusión social….
» Conflictos en la comunidad educativa: entre profesorado/familias/ alumnado.
» Conflictos en organizaciones: ámbito sanitario, empresarial, ámbito deportivo…
LA MEDIACIÓN COMUNITARIA
Como comunidad se entiende, en el caso de la mediación comunitaria, como el conjunto de ciudadanos y ciudadanas que viven y se relacionan en un territorio. Aquí también tienen cabida las asociaciones y entidades, los servicios municipales, las administraciones… Todos ellos comparten un territorio y unos intereses comunes.
El hecho es que las ciudades, los pueblos y los barrios están viviendo unos cambios culturales muy profundos, uno de cuyos aspectos fundamentales consiste en que los conflictos sociales e interpersonales no se resuelven exclusivamente a través de procedimientos punitivos, sino que, cada vez más, corresponde a la sociedad civil hacerse cargo de sus tensiones y dificultades de convivencia. Debemos optar por un modelo electivo de resolución de conflictos, en el que el dialogo y la negociación se convierten en instrumentos decisivos de aprendizaje social y transformación de las percepciones personales. En este contexto la mediación comunitaria aspira a consolidarse como un conocimiento y una práctica central. La mediación comunitaria es algo transversal y posee un campo propio de actuación, que puede atender a conflictos de carácter público y privado.
La Mediación Comunitaria es un tipo de resolución alternativa de conflictos que tiene como objetivo la buena convivencia entre personas desde su perspectiva de ciudadanos/as dentro de una Comunidad. Este tipo de mediación ofrece un sin fin de posibilidades, es apta para intervenir en disputas de vecinos, disputas de comunidad a comunidad, disputas sobre espacios públicos, y uso de la tierra, disputa sobre propiedades privadas…
Cuando el conflicto no se resuelve por las partes implicadas, suele cronificarse o derivar en largos y costosos procedimientos judiciales.
La mediación Comunitaria, no sólo aborda la resolución de conflictos activos, sino también la prevención de estos y el fomento de las ideas de convivencia y participación ciudadana y promueven relaciones cooperativas en la comunidad.
Por conflictos a mediar se entienden los conflictos relacionales, conflictos vecinales, conflictos derivados de actividades económicas, derivados del uso del espacio público, conflictos con establecimientos, discrepancias, conflictos asociativos, comportamientos incívicos, organización de las comunidades de propietarios derivadas del régimen de propiedad horizontal (desde la instalación de ascensores o la propia adopción de acuerdos hasta la designación de los órganos comunitarios) intromisiones o molestias intolerables en las relaciones de vecindad (ruidos, obras y en menor medida, olores y hábitos de higiene y limpieza) o el uso de espacios públicos (parques, piscinas, zonas de estacionamiento de vehículos o instalación de antenas de telefonía móvil); conflictos de amistad y convivencia, conflictos en organizaciones (empresas, en el ámbito sanitario, deportivo), conflictos en la comunidad educativa…. Sin olvidar que los procesos migratorios humanos comportan una nueva dimensión a estas cuestiones, sobre todo malentendidos que deben abordarse teniendo en cuenta los códigos culturales o religiosos respectivos…
La responsabilidad ciudadana y la creación de los vínculos sociales, objetivos de la mediación comunitaria, son dos de los conceptos que han potenciado la creación y el desarrollo de la mediación en el ámbito local y es en este ámbito, en el que situamos el trabajo de “Ahots&us”, como servicio de mediación comunitaria.
BENEFICIOS DE LA MEDIACIÓN FAMILIAR
Favorece la evitación de los procesos de separación o divorcio. Y cuando este es inevitable, hace el proceso de divorcio o separación más suave psicológica y emocionalmente, tanto para los cónyuges como para los hijos/as.
Es la propia pareja la que decide sobre los términos de su separación, y no un tercero, un Juez o un abogado. Favorece que los miembros de la pareja tomen decisiones consensuadas con relación a todas las cuestiones que se dan en los procesos de ruptura, evitando enfrentamientos inútiles entre ambos, así como su negativa repercusión en los hijos/as. Además, los acuerdos que se consensuan son más duraderos en el tiempo, evitando nuevos procesos judiciales. Posibilita que tanto las personas adultas como los menores de edad, asuman de forma adecuada el proceso de separación o divorcio.
Es un procedimiento más corto, con menor coste emocional, así como la experiencia de haber podido gestionar con éxito los conflictos personales y familiares.
Mantiene una vía de diálogo abierta entre todos los miembros de la familia. Invita a que las partes se comuniquen en un clima de colaboración y respeto, disminuyendo la tensión.
Insta a la normalización, dignificación y preservación de las relaciones parentales y familiares, que podrán seguir desarrollándose de una forma más adecuada. Conservar unas adecuadas relaciones familiares con otros miembros de la familia como abuelos, primos, etcétera…
El proceso de mediación favorece la autodeterminación, el compromiso y la consciencia de las partes implicadas. Por tanto, el cumplimiento de lo acordado suele ser mayor que cuando «están obligados» a cumplir una resolución judicial que, generalmente, no satisface a, al menos, una de las partes y puede recurrirse, prolongando en el tiempo los conflictos.
Favorece la descongestión de los Servicios Sociales.
Fomenta la coparentalidad como concepto clave a instaurar en ámbitos familiares.
Contribuye a la disminución de los procedimientos contenciosos como forma de resolver la ruptura de la pareja u otros conflictos familiares.
LUGAR DE LOS HIJOS EN EL DIVORCIO
El divorcio no es necesariamente traumatizante para el/la hijo/a. Puede sufrir, sentir pena, ira, tener miedo… son sentimientos humanos. En la medida en que puede expresar sus propios sentimientos y sus necesidades, en que vea que sus padres tratan sus diferencias con una actitud de colaboración y mantienen lazos afectivos hacia el/la hijo/a, éste podrá vivir el divorcio de sus padres como una experiencia de maduración social y personal y seguir su desarrollo normal.
La mediación nos parece un lugar privilegiado para ayudar a las familias a vivir esa etapa como una experiencia de maduración.
El conflicto conyugal y la crisis que llevan a la ruptura de la pareja sumergen a los padres en emociones de gran importancia. Cada cual se encuentra a menudo en una situación de supervivencia afectiva en que las necesidades de los/as hijos/as no encuentran una receptividad satisfactoria.
Los niños sienten la angustia de los padres y viven a menudo la suya propia en soledad. Como no tienen un lugar donde hablar de sus vivencias, se expresan mediante actuaciones fuera de contexto, mensajes de contenido, regresiones o enfermedades psicosomáticas, desordenes comportamentales…
El papel de la persona mediadora es importante para favorecer un diálogo entre padres e hijos. La experiencia dice que en mediación los padres han expresado una gran necesidad de ayuda para comprender la vivencia y las necesidades de sus hijos/as en el momento de la separación y del divorcio.
Se trata de dar al niño/a un lugar para expresar sus necesidades, sus inquietudes, sus dudas, sus temores, sus recriminaciones, ayudarle a comunicar a sus padres lo que piensa y siente. Se trata de darle el apoyo que necesita para adaptarse a la nueva situación.
Con frecuencia, estos no manifiestan abiertamente su aflicción ni son conscientes de los cambios que va a suponer para ellos la nueva situación. Por ello, los padres deben de ser claros y concisos a la hora de explicar a los/as niños/as lo que va pasar, y hacerlo de manera que lo puedan entender. El modo variará según la edad, la madurez y comprensión de cada niño/a. Pero, sin duda, lo peor que se puede hacer es intentar que los/as hijos/as no se enteren, o que no se hable del tema.
También es necesario dar a los/as niños/as una visión de lo que va a pasar en el futuro. Ser realistas y centrarse en áreas de gran interés como los posibles cambios en planes de vida o escolares.
Recomendaciones útiles para ayudar a los/as hijos/as a adaptarse a la separación de sus padres.
- Estar preparado para escuchar y tranquilizar.
- Dedicar un tiempo especial a los/as hijos/as.
- Favorecer el amor y respeto hacia el otro progenitor.
- No permitir que los/as hijos/as sean objeto de disputas.
- No sentirse culpable ya que puede interferir en la educación de los/as hijos/as.
- Dejar que tomen parte en los planes de futuro.
- No hacer preguntas sobre el otro progenitor.
- Mantener una continuidad en la vida rutinaria.
LA TEORÍA DE LAS «3P» DE JOHN PAUL LEDERACH PARA ABORDAR LOS CONFLICTOS
John Paul Lederach es un profesor universitario y sociólogo estadounidense referente en el campo de la Educación para la Paz, especialista en consolidación de la paz internacional, que trabaja en la Universidad de Notre Dame, Indiana, y en la Eastern Mennonite University de Virginia. Ha escrito ampliamente sobre resolución de conflictos y mediación. El 1994 fundó y fue el primer director del Centro por la Justicia y la Construcción de Paz de la Universidad de Mennonite.
El trabajo de Lederach sobre métodos de resolución de conflictos ha sido influyente en los campos de las ciencias políticas, estudios de paz, relaciones internacionales y transformación de conflictos.
Su trabajo académico se combina con el trabajo de campo como mediador, negociador, promotor de la cultura de la paz, formador y asesor. Al nivel internacional, esto ha implicado su participación en procesos de paz en Somalia, Irlanda del Norte, Nicaragua, Colombia y Nepal.
Entre sus aportaciones más importantes encontramos su propuesta sobre la estructura y dinámica del conflicto las cuales cree importantes para la comprensión y para la regulación del mismo. Cuando tenemos un conflicto con otra persona, solemos atribuirlo a la incompatibilidad de objetivos, en consecuencia buscamos una solución sin haber analizado la estructura que lo define.
Lederach considera que el conflicto está compuesto por la interacción de tres elementos: 1) Las personas, 2) El proceso y 3) El problema. Estos tres componentes deben ser tomados en cuenta para el análisis del conflicto ya que cada uno de ellos puede ser el causante del mismo, así como su interacción. Para regular y aclarar los conflictos, hace falta claridad, y para ello hacemos un “mapa del conflicto” en base a estos tres elementos.
DIVORCIOS
En España cada año se producen más de 100.000 rupturas matrimoniales y de ellas una gran mayoría vienen a través de la vida del divorcio. El Código Civil, en su modificación de 1981, introdujo el concepto del divorcio mediante el cual dos personas unidas por matrimonio pueden poner fin a su relación, disolver la sociedad económica en común, y volver a casarse con quien deseen. A partir del 2005 mediante una reforma se suprimió la obligación de estar separados, facilitando la custodia compartida y permitiendo el divorcio sin alegar ninguna causa para ello.
El punto importante en un proceso de divorcio es la voluntad de los cónyuges, por lo que hay dos opciones: hacerlo de mutuo acuerdo (negociando los diferentes puntos y llegando a una solución entre ellos) o acudir a un tribunal y que sea el juez quien ordene.
La mejor opción es hacerlo de mutuo acuerdo, ya que es un procedimiento donde se resuelve más rápido y es menos dañino para las partes y para las personas involucradas directamente de manera involuntaria: los hijos en común (si los hubiera).
En el mutuo acuerdo la negociación supone que el convenio regulador es pactado entre las partes de manera amistosa, en el cual se decide lo siguiente: régimen económico (repartición de los bienes), cómo criar a los hijos menores en común (custodia compartida, o custodia monoparental con régimen de visitas), y las posibles pensiones alimenticias y compensatorias.
Es importante tener en cuenta que la complejidad y la duración del divorcio dependerá de varios factores:
- Voluntad de las partes.
- Número de hijos en común.
- Patrimonio de los cónyuges y de la sociedad matrimonial.
- Importe de las pensiones solicitadas.
Hoy día existe una nueva forma de resolver los conflictos que surgen de la separación o el divorcio. Se trata de la mediación. Es un instrumento para que la pareja resuelva conjuntamente los problemas que surgen de la ruptura de su relación.
El proceso que se sigue en la mediación familiar tiene unas características que suponen que sea una alternativa muy ventajosa a la hora de afrontar una ruptura matrimonial o convivencial cuando se tienen hijos e hijas en común. A continuación, hablamos de ellas:
- Permite el restablecimiento de la comunicación entre ambos progenitores, ofreciendo a la pareja un espacio neutral y confidencial donde hablar de los problemas que les preocupan con respecto a su separación.
- Fomenta en los/as participantes actitudes de colaboración frente a las de confrontación propias de un procedimiento contencioso.
- Ofrece a la pareja la oportunidad de tomar sus propias decisiones con respecto al porvenir de sus hijos e hijas, sin que nadie lo haga en su lugar.
- Facilitan nuevas formas de encontrar zonas de consenso que en un futuro puedan ayudarles a dar respuestas en común a los problemas que puedan surgir una vez producida la ruptura.
- Es muy beneficioso para los hijos e hijas puesto que se van a analizar los comportamientos y actitudes que se deben tener a la hora de minimizar las consecuencias que la ruptura puede tener en el proceso adaptativo de los menores a la nueva situación.
SOMOS MUJERES MEDIADORAS. 8 DE MARZO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Hoy 8 de Marzo, y como no podía ser de otra manera, vamos a hacer una mención muy especial a todas aquellas mujeres y organizaciones de mujeres que luchamos día a día por la Paz en diferentes puntos del mundo y lo hacemos a través de la Mediación, como nuestro medio de vida y nuestra forma de ver el mundo.
En los últimos tiempos se han ido creando diferentes alianzas y redes de mujeres mediadoras tanto a nivel nacional como internacional, con la intención de mejorar la participación e influencia de las mujeres en los procesos de paz a todos los niveles: local, Nacional, regional e internacional.
Algunos ejemplos:
» Alianza Global de Mujeres Mediadoras: el 26 de septiembre de 2019 en la sede de Naciones Unidas en Nueva York se presentaba la Alianza Global de Redes Regionales de Mujeres Mediadoras. Más de cincuenta mujeres de cuatro redes regionales de mediadoras (la Red de Mujeres Africanas en Prevención y Mediación de Conflictos –FemWise-Africa–, la Red de Mujeres Mediadoras del Mediterráneo, las Mujeres Mediadoras Nórdicas y las Mujeres Mediadoras de la Commonwealth) asistieron al lanzamiento, en el que también participaron representantes gubernamentales (las Ministras de Asuntos Exteriores de Noruega y Suecia, y el Ministro de exteriores finlandés, junto con funcionarios de España, Italia o EEUU) y altos funcionarios de las NNUU como la Secretaria General Adjunta, Amina Mohammed, o la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka. El objetivo general de todas las redes regionales es aumentar la participación y la influencia de las mujeres, incluidas las jóvenes, en los procesos de paz, así como trabajar por acuerdos de paz sensibles al género.
ESCUCHA ACTIVA – ASERTIVIDAD
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. Esto se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando, si no también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a esto se necesita cierta empatía, como hemos hablado en anteriores entradas de blog es ponerse en el lugar de la otra persona, la que nos está hablando, transmitiendo un mensaje que desea que entendamos y al que necesita que demos respuesta.
Actitudes para mejorar los hábitos de escucha:
- No interrumpir cuando la persona está hablando.
- Comprender que no somos los únicos que hablamos, es decir, dejar hablar a los demás sin anticiparnos a lo que nos van a decir.
- Consideración y amabilidad hacia las personas con quienes hablamos: prestar atención, valorar lo que dicen…
- Voluntad de hacer que la escucha sea parte activa del proceso de comunicación.
- No adoptar una actitud hostil ni emocional mientras se escucha.
- Aprender a evitar las distracciones.
La asertividad es una forma de comunicación que consiste en defender tus derechos, expresar tus opiniones y realizar sugerencias de forma honesta, sin caer en la agresividad o pasividad, respetando a los demás pero sobre todo tus propias necesidades. En definitiva, se trata de decir lo que realmente piensas controlando tu mensaje para que no sea demasiado agresivo o frágil.
Se trata de una forma consciente de comunicar tus sentimientos sin dejarte llevar por las emociones, y se sustenta sobre la autoestima y confianza en ti mismo.
Claves para ser más asertivo:
- Reemplaza tus pensamientos negativos.
- Comprende que la gente no puede leerte la mente.
- Defiende tu verdad, no la verdad.
- Recuerda tu objetivo pase lo que pase.
- Sé siempre lo más concreto que puedas.
- Haz referencia a los hechos y no a tus juicios.
- Añade motivos a lo que pides.
- Habla desde “ti”, y no desde “tu”.
- Contagia tus emociones.
- Reduce tu ansiedad con el lenguaje corporal.